Deporocio invierte más de 600.00 euros en mejorar sus instalaciones

Deporocio invierte más de 600.00 euros en mejorar sus instalaciones

Deporocio ha desarrollado una intensa actividad durante el confinamiento que le ha llevado a dinamizar su proceso de rebranding, a mejorar su propio software de gestión de clientes y a rediseñar los espacios de sus gimnasios. El resultado ha sido un “producto más fresco” cuya realización ha requerido más de 600.000 euros.

Deporocio ha aprovechado el confinamiento para implementar diversas mejoras en sus centros. Además de todas las medidas higiénicas y sanitarias, también han aprovechado el parón para acelerar su proceso de rebranding y contratar a programadores para dar una vuelta de tuerca a toda su tecnología y sistema de software propio de gestión de usuarios.

Estos gastos, que han permitido a Deporocio “volver con un producto más fresco”, han supuesto una inversión para la compañía andaluza de más de 600.000 euros.

REDISEÑO DE ESPACIOS

Este rebranding, que estará integrado en todos sus centros OkMas a finales de este 2020, les ayudará a adaptarse mejor a las medidas de distanciamiento social impuestas. “Serán espacios más diáfanos, con más separación entre máquinas. La zona funcional adquiere más importancia, porque tiene más equipamientos para no tener que compartir tanto el material como antes. Tenemos en la cabeza la experiencia de los clientes”, detalla el director de desarrollo y operaciones del Grupo Deporocio, Juan Gil.

La cadena ha cambiad0 el concepto de sus centros, aportando mayor confortabilidad con nuevos diseños y luz indirecta. “Salimos un poco de la línea tradicional”, amplía Gil. Desde la compañía andaluza están convencidos que ni la reestructuración de los espacios ni la obligación de dejar mayor distancia entre usuarios les van a perjudicar. “Antes no estábamos al 100% de ocupación. Ahora nos manejamos en un 65% o 70%, las mismas cifras anteriores a la crisis”, confiesa el dirigente. No es el nuevo espacio lo que les preocupa, sino el grado de recuperación de la confianza de los usuarios.

MANTENIMIENTO DE CUOTAS

La compañía prevé para este 2020 una caída de su facturación de un 20% respecto al 2019. El recorte de ingresos, sumado al aumento de los gastos, les han obligado a pedir préstamos ICOs, “un balón de oxígeno para tener perspectivas”.

Pese a ello, Deporocio ha decidido mantener las mismas cuotas que tenía antes de la pandemia. Un esfuerzo que confían que ayude a recuperar a unos socios a los cuales quieren “aportar un mayor valor añadido al mismo precio”.

26 CENTROS Y MÁS DE 35.000 ABONADOS

En la actualidad, Deporocio cuenta con 26 centros (19 de los cuales operan bajo la marca OkeyMas): 10 privados propios, 5 concesionales (uno de los cuales, Ocio Sur), 6 franquicias y 5 boutiques (Round). Estos locales aglutinaban, el pasado marzo, a 35.150 abonados.

Cuatro meses después, la previsión de la cadena es que se mantengan entre el 75% y el 80% de estos. La cifra real, sin embargo, no la conocerán hasta finales de este mes, cuando sabrán con exactitud cuántos de los abonados “silenciosos” -los que no se han pronunciado aún, y que estiman que representan entre un 35% y un 40% del total- siguen y cuántos devuelven los recibos de este mes de julio.

FRANJAS HORARIAS

Deporocio ha tratado de llegar a ese gran porcentaje de usuarios a través de distintas vías -mensajes sms, whatsapp y correos electrónicos- para conocer su feedback y ampliar la muestra, que hasta ahora se veía reducida a las opiniones de prescriptores y detractores.

Aunque la mayoría de las opiniones recibidas eran positivas, ha habido algunos abonados que se han quejado de la disminución de franjas horarias en ciertos centros de Andalucía debido a las altas temperaturas. Una variación que no ha alterado su oferta de actividades y que permite a Deporocio reducir sus costes.

En la cadena también existe preocupación en relación a sus centros con piscina. “A éstos les penaliza el elevado número de clientes de 55 años o más, pues ese tipo de perfil está siendo muy cauto y se está quedando en casa. Y a ello se añaden las dificulades que suponen las restrictivas medidas de uso de las piscinas”, lamenta Gil.

Según explica Juan Gil, “renunciar a esos ingresos implica mucho a nivel de empresa, pero la alternativa es asumir riesgos y que nos puedan cerrar los centros si hay un rebrote de coronavirus. Lo pones en la balanza y tratas de no perder más de lo necesario, porque, de los contrario, podría ser como pegarnos un tiro en el pie”.

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